Tommy me trajo un par de sillas para retapizar que eran de la mamá de su mamá, y eso como dice la publicidad: hay ciertas cosas que no tiene precio y las convierte en las más lindas del mundo y la verdad... son hermosas. La sonrisa se desdibujó un poco cuando al comenzar a sacar el viejo tapizado aparecieron rastros de insectos, aunque no encontré señal de que fuesen de ahora, tuve que hacer todo el paso a paso para combatir cualquier vestigio. La razón de la falta de fotos del comienzo es justamente por eso: sacar el viejo tapizado embolsarlo rápido para que no vuele nada, aplicar el insecticida en cada agujero, pincelar y cubrir con plástico toda la superficie para generar una cámara por lo mínimo durante quince días. No da para estar fotografiando en ese momento sobre todo por que se debe manejar con guantes y todas las precauciones necesarias para el manejo de este potente producto. Acá se puede apreciar el paso que dejaron los insectos en la madera. Entr